Hola amigos. Un gran año 2013 para todos ustedes.
Pero un motivo adicional por el cual puede disminuir también el valor en libros de un activo fijo, es el reconocimiento de una pérdida por deterioro de valor o desvalorización. En este caso, el valor en libros (VL) o importe en libros de un activo fijo específico se calculará así: costo menos depreciación acumulada y menos deterioro o desvalorización. Esto es: la cuenta 33 Inmuebles, maquinaria y equipo menos la cuenta 39 Depreciación, amortización y agotamiento acumulados y menos la cuenta 36 Desvalorización de activo inmovilizado. Así es; en lo que podría parecer una coincidencia, el Consejo Normativo de Contabilidad creó esta cuenta 36 para registrar, como una cuenta de valuación o cuenta correctora, la pérdida de valor que es regulada por la NIC 36. En pocas palabras, para cumplir con la NIC 36 usted utilizará habitualmente la cuenta 36. El asiento para reconocer el deterioro de valor de un activo fijo se hará con un cargo a la subcuenta 68.5 y un abono a la subcuenta 36.3. Pero si se tratase de un activo fijo que ya ha sido reclasificado a la cuenta 27, el asiento será 66.13 con 27.9 (puede usted ver el artículo que he publicado respecto de los activos no corrientes disponibles para la venta).
Ahora, ¿y cuándo debemos reconocer una pérdida por deterioro de valor? Pues cuando el importe en libros o valor en libros (VL) del activo fijo es mayor que su importe recuperable (IR). Si IR es mayor o igual que VL, no haremos ningún asiento por deterioro de valor.
Supongamos que VL es S/.100 y el IR es S/.95. Es decir, el importe en libros o valor en libros de un activo fijo es S/.100 pero estimamos que solamente podremos recuperar (aprovechar u obtener) S/.95 de ese activo o por ese activo. En ese caso, reconoceremos un deterioro de valor o desvalorización por S/.5 con el asiento ya mencionado.
¿Y qué cosa es eso del importe recuperable? Pues es el mayor entre el valor de uso y el valor razonable menos costos de disposición (antes la NIC 36 decía "valor razonable menos costos de venta"). Tal vez usted diga: ya se está rayando el amigo Zans. Nada de eso, oiga. Si usted tiene un activo fijo, es lógico que quiera sacar de ese bien el mayor provecho posible, ¿no es así? Pero un activo fijo no solamente se puede utilizar, sino también vender. Si usted sabe que el uso de una máquina le dará S/.40,000 y la venta de esa misma máquina le daría, en términos netos, S/.33,000 pues preferirá usarla, es lógico. De la misma manera, si usted tiene una camioneta y sabe que su uso le dará a usted S/.28,000 y su venta le daría en términos netos S/.36,000 pues preferirá venderla. Eso es entendible; entre usar el activo fijo o venderlo, usted siempre escogerá la alternativa que le dé un mayor ingreso. ¡Usted es mosca, no lo dudo! Por eso es que la NIC 36 nos dice que el importe recuperable de un activo fijo es el mayor entre su valor de uso (si decidimos utilizarlo) y su valor razonable menos costos de disposición (si decidimos venderlo). Una vez que hemos determinado ese importe recuperable (IR), lo comparamos con el valor en libros (VL) o importe en libros que el activo fijo tiene en el momento en que hacemos la medición (usualmente cada fin de año). Recuerde que habitualmente VL es igual al costo menos la depreciación acumulada (+33–39). Claro que, si al momento de hacer la medición, ya hubiese una desvalorización registrada anteriormente, el VL sería: costo menos depreciación acumulada y menos desvalorización o deterioro (+33–39–36). Como quiera que sea, el asunto es que este VL de hoy tenemos que compararlo con el IR calculado al día de hoy.
– Si IR < VL, eso significa que el activo está contabilizado por un importe que excede a su importe recuperable (el activo en verdad vale menos que lo que indican los libros) y hay que hacer el ajuste respectivo, reconociendo una pérdida por deterioro de valor o desvalorización.
– Si IR = VL no haremos ningún registro.
– Si IR > VL no haremos ningún registro por deterioro pero, si esa diferencia se debe a que el valor razonable es mayor que el valor en libros, podría ser necesaria una revaluación del activo fijo. Eso lo veremos en otra oportunidad.
Habitualmente la disminución en el valor de un activo fijo se produce por razones físicas (afecta a su valor de uso) o por razones de mercado (afecta a su valor razonable menos costos de venta). Pero, según lo que hemos visto y para hacer un ejemplo, el solo hecho de que un vehículo haya sufrido un mal mantenimiento o sufrido un accidente (razones físicas) o el solo hecho de que en el mercado haya disminuido drásticamente su valor (razones de mercado), no nos debe precipitar a reconocer una pérdida por deterioro de valor o desvalorización. Antes habrá que calcular el importe recuperable y efectuar la comparación ya explicada.